Josep Alabern, a título póstumo, y el Centre de Recursos en Trastorno del Espectro Autista, recogen los Premios Séquia 2024
Dos hijos del ingeniero industrial Josep Alabern Valentí, Enric y Glòria Alabern, han recogido hoy el Premio Séquia, en la categoría individual, otorgado a su padre a título póstumo. Durante el acto también se ha entregado el premio en la categoría colectiva, que este año se ha otorgado al Centro de Recursos en Trastorno del Espectro Autista (TEA) de Cataluña Central, que ha recogido la presidenta de la entidad, Rosa Serrano. La ceremonia de entrega de la octava edición del Premio Séquia se ha realizado hoy, en el Museo de l'Aigua i el Tèxtil Manresa, en el marco del programa de la Festa de la Llum.
El Premio Séquia es convocado por la Fundación Aigües de Manresa – Junta de la Séquia y la Fundació Universitària del Bages – UManresa con el objetivo de reconocer a personas e instituciones que trabajan con actitud positiva y constructiva en beneficio del progreso de la sociedad manresana y que son continuadoras del espíritu de los impulsores de la Séquia.
Coincidiendo con el acto de entrega, se ha descubierto una placa conmemorativa dedicada a Josep Alabern en el Museo de l'Aigua i el Tèxtil Manresa. Sus hijos, Enric y Glòria Alabern, han agradecido el reconocimiento con “gratitud” porque sirve como “recordatorio de su impacto y de su legado, así como de la dedicación a todo aquello en lo que creía”. Lo han definido como una persona “incansable hasta los últimos momentos” y han asegurado que estaría muy agradecido de haber recibido este homenaje.
Por su parte, Rosa Serrano, presidenta del Centro de Recursos en Trastorno del Espectro Autista, ha agradecido el reconocimiento a un proyecto colectivo que actualmente cuenta con 104 familias socias y con el apoyo de voluntarios, profesionales, entidades, empresas e instituciones que hacen posible y contribuyen a hacer más visible este trastorno. En el libro de honor del premio ha escrito que “no debemos querer cambiar a las personas con autismo, sino aceptarlas tal como son porque la sociedad necesita todo tipo de personas”.
Valores de 700 años que perduran
Creatividad, capacidad de diálogo, tenacidad y compromiso con la sociedad son algunos de los valores que ha destacado el director de Aigües de Manresa, Antoni Ventura i Ribal, como valores que merecen el reconocimiento del Premio Séquia. Valores que, según Antoni Llobet Mercadé, director general de la Fundació Universitària del Bages, tienen su origen hace casi siete siglos, cuando los impulsores de la Séquia hicieron frente a la emergencia de la sequía con determinación, enfrentándose a las dificultades y con voluntad de diálogo y concordia. De aquellos manresanos “nos han llegado tanto el agua como los valores que ahora actualizamos con estos premios”.
El alcalde de Manresa, Marc Aloy, también ha intervenido en el acto de entrega de la octava edición de los premios, resaltando que “es un orgullo para la ciudad poder reconocer a personas y colectivos que hacen un servicio a la sociedad”. Aloy ha tenido unas sentidas palabras hacia Josep Alabern. De él ha destacado la sabiduría y la ironía, su “manresanismo convencido, militante y crítico” y su disposición “a sumar siempre por la ciudad”. Ha afirmado que era un hombre “inteligente, honesto, estratega, paciente, humanista, un sabio genial y único que sabía mirar más allá y que echaremos de menos en época de sequía”. En cuanto al Centro de Recursos TEA, ha destacado la labor de divulgación y de trabajo para las personas y familias afectadas por este trastorno y su aportación para hacer de Manresa una “sociedad más inclusiva y democrática”. Según Aloy, esta entidad realiza una labor que es fundamental y que seguramente “no se agradece nunca lo suficiente”.
Los méritos de los galardonados de esta edición
Josep Alabern Valentí, que falleció el 4 de enero, era ingeniero industrial de profesión, fue director-gerente de Aigües de Manresa, presidió la demarcación de Cataluña Central del Colegio de Ingenieros Industriales de Cataluña y fue secretario de la Junta de la Séquia. Según el jurado, su figura conecta con los valores que reconoce el Premio Séquia por su compromiso con la comunidad desde la dirección de Aigües de Manresa, con una clara vocación de servicio público para hacer compatible un servicio de calidad y la viabilidad económica de la empresa. El jurado también ha valorado la tenacidad en la divulgación del patrimonio industrial y, en especial, las infraestructuras vinculadas a la gestión del agua, destacando el amor por la Séquia de Manresa. El tercero de los valores que ha valorado el jurado del premio ha sido la gran capacidad de diálogo que puso al servicio de proyectos estratégicos para la ciudad, sumando complicidades y ayudando a superar conflictos y dificultades. La convocatoria del Premio Séquia, en la cual estuvo implicado desde el primer momento, es un ejemplo de esta suma de complicidades.
En cuanto al premio en la modalidad colectiva, el jurado ha valorado del Centro de Recursos del Trastorno del Espectro Autista de Cataluña Central la firmeza y la tenacidad, el enfoque en la búsqueda de soluciones y la capacidad para tejer complicidades. El jurado ha resaltado el trabajo en la visibilización del trastorno del espectro autista y en la sensibilización de la sociedad para promover la integración social de las personas afectadas. También el trabajo colectivo y en equipo para buscar soluciones a los problemas de estas personas y sus familias y la capacidad de tejer complicidades con diferentes colectivos para promover acciones solidarias que permitan financiar los servicios que ofrecen.
Ocho años de Premios Séquia
En las ediciones anteriores, los premios se han entregado a Pere Garcia (a título póstumo), a la Cooperativa Mengem Bages (2017); al médico e investigador Pere Joan Cardona y a la Coral Infantil de las Escodines (2018); a Sebastià Catllà y a la Comunidad de Sant’Egidio (2019); a Anna Rotllan y el CAE, formación y servicios socioculturales (2020); a la directora de Cáritas, Josefina Farrés, y a los movimientos informales y autogestionados que ayudaron en tiempos de Covid-19 en Manresa (2021) y al historiador y geógrafo Francesc Comas y a la Asociación l'ERA, Espacio de Recursos Agroecológicos. En la última edición, el premio individual fue para la historiadora Conxita Parcerisas y el colectivo para el Servicio de Oncología del Hospital de Sant Joan de Déu de Manresa.