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Kaleb Rashad i Eduard Vallory durant la seva intervenció a l'Àgora 2022

Kaleb Rashad y Eduard Vallory cierran los diálogos del Ágora 2022 defendiendo una educación más humana

El sentido humano, el humanismo, tendría que ser un elemento esencial de la educació. Así lo han defendido hoy Kaleb Rashad, director ejecutivo de la red de escuelas High Tech High de San Diego e impulsor del Centre for Love and Justice, y Eduard Vallory, analista social y gestor del cambio, presidente de CATESCO y director del Barcelona Institute of Science and Technology. Los dos han sido los protagonistas del último de los diálogos del Ágora Educación 2022, una iniciativa de UManresa que forma parte del programa conmemorativo de los 500 años de la estancia de Ignacio de Loyola en Manresa, Manresa 2022. Tanto Rashad como Vallory han dicho que para transformar la educación es imprescindible transformar a los educadores y que la creatividad docente y la innovación en el ámbito escolar no tienen sentido si no van acompañadas de la humanidad.

“El ser que tienes delante importa", ha dicho Rashad, que defiende que cualquier persona que se dedique a la educación tiene que ser capaz de desarrollar relaciones significativas, de implicarse y de empujar los límites a los cuales están sometidos algunos colectivos y culturas, como la comunidad afroamericana de los EUA. "Cuando estableces un diálogo partiendo de la humanidad, cuando te muestras vulnerable y compartes, cuando eres transparente, todo lo que compartes puede ayudar a otras personas a replantearse las cosas”, ha defendido este reconocido consultor en educación. 

En este sentido, Rashad ha dicho que una de las bases de su trabajo es establecer un diálogo con los equipos docentes. Ha defendido que "si eres un líder educativo, te tienes que posicionar moralmente e invitar a las personas que forman parte de tu equipo a implicarse". Según Rashad, todo el mundo se tiene que preguntar quien es, qué hace y para qué lo hace y en quien se convierte y hacerse estas preguntas individualmente y colectivamente invita al diálogo y al posicionamento moral. Eso, escuchar a las personas de una comunidad para saber qué sienten, es expresar amor y es importante custodiar este sentimiento y trabajar a partir de lo que importa a las personas, porqué "las comunidades, cuando saben lo que es importante, ya no hay quien las pare". 

Transformar a las personas que educan

En relación con la humanización de la educación, Eduard Vallory ha afirmado que para transformar la educación es imprescindible transformar primero a las personas que educan. "Es muy difícil para los adultos crear amor con los niños si no han experimentado amor", así como también es imprescindible trabajar "una masculinidad que mutila la transmisión de sentimientos". Vallory ha defendido también que la educación tendría que tener un sentido más comunitario. Tradicionalmente, "la educación se ha centrado en el éxito individual y no en el bienestar de las comunidades y no podemos resolver los retos comunes basándonos en el éxito individual, porqué tenemos que construir conocimiento común, porqué el conocimiento nos pertenece a todos y lo construimos entre todos". 

Durante el diálogo, Rashad ha dicho que toda escuela tendría que trabajar para identificar sus valores. "Los principios y los valores son más importantes que las reglas" y las prácticas y las estructuras que permiten aplicarlos se tienen que poner a su servicio. Además de los valores, según Rashad hay también toda una parte espiritual a la cual no se puede renunciar. Cuando las cosas son difíciles, "yo pienso en mis antepasados, africanos que llegaron a América como esclavos, y en todo lo que vivieron, me conecto a ellos y eso me ayuda a tirar adelante". 

A los valores y principios que tiene que tener toda escuela y proyecto educativo, Vallory ha añadido el propósito. La escuela tienen que tener como propósito servir para dar oportunidades educativas a todo el mundo para que pueda construir un proyecto de vida, pero la educación es un espejo de la sociedad y mientras la sociedad no sea equitativa e inclusiva, la escuela tampoco lo será. 

El caso de éxito del modelo educativo de Portugal

La segunda parte del diálogo se ha dedicado a la presentación de las grandes lineas del modelo educativo de Portugal, un país que ha conseguido mejorar los resultados del estudiantado con un sistema innovador. La  presentación ha ido a cargo de Lília Silva, directora del Agrupamento de Escolas n1 de Gondomar, Manuela Neves Garrido, subdirectora del Agrupamento de Escolas n1 de Gondomar y profesora, Ana Maria Coelho, representante de Autonomía y Flexibilidad del Centro de Formaçao de Associaçao de Escolas Júlio Resende, Cristina Palma, jefe de Equipo de Seguimiento y Desarrollo Curricular de la Dirección General de Educación y Antonieta Ferrerira, adjunta al Gabinete del Ministro de Educación. 

Durante su intervención se ha explicado la experiencia de la agrupación de escuelas Gondomar, situada cerca de la ciudad de Oporto e integrada por un conjunto de escuelas dispersas en el territorio. En esta agrupación hay 2.100 alumnos y en ella trabajan 250 docentes de comunidades muy diversas. El proyecto educativo tiene en cuenta todas estas especificidades con el objetivo de ofrecer una enseñanza que ofrezca una atención individual a cada alumno. Se trata, han explicado, de una propuesta un poco radical y diferente, que parte del currículum del Ministerio, respetando su estructura, pero adaptándola al contexto de cada escuela. Por eso, para desarrollarlo, se han creado nuevas asignaturas y se ha transformado la evaluación para que el objetivo sea la construcción de aprendizaje. Eso ha implicado mucho diálogo con toda la comunidad educativa y también la formación de los docentes en estas nuevas metodologías.

Con todo esto, han explicado, se consigue un aprendizaje más significativo y los datos que evalúan los resultados, de momento, son positivos. Al mismo tiempo, desde el Ministerio se hace un acompañamiento y se ha diseñado una estructura institucional de apoyo a todas estas metodologías innovadoras, que se han traducido en menos fracaso y menos abandono escolar.  

A pesar de todo, ha dicho Antonieta Ferreira, adjunta al Gabinete del Ministro de Educación, "todavía no hemos terminado porqué la exigencia de la calidad nos obliga, porqué el proyecto crece y cambia cada día y porqué todavía hay muchos problemas de equidad".  

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