¿Qué es el IRPF y cómo afecta a los autónomos?
El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) es uno de los tributos más relevantes para los autónomos. A diferencia de los trabajadores asalariados, que tienen las retenciones aplicadas en la nómina, los profesionales por cuenta propia deben calcular, gestionar y liquidar este impuesto de forma autónoma. Esto implica realizar pagos fraccionados a lo largo del año y hacer un ajuste final en la declaración anual de la renta, teniendo en cuenta los ingresos y los gastos derivados de la actividad.
¿Quién está obligado a presentar la declaración?
Mientras que los asalariados solo están obligados a presentar la declaración si superan determinados umbrales de ingresos, los autónomos deben hacerlo siempre, independientemente de la facturación o los beneficios.
Regímenes de tributación disponibles para autónomos
Cuando un autónomo se da de alta en Hacienda, debe seleccionar el régimen de tributación al que se acoge, y este determinará su forma de calcular y pagar el IRPF.
Estimación directa: normal y simplificada
Puede optar por la estimación directa, ya sea en su modalidad normal o simplificada, un sistema en el que debe declarar los ingresos y gastos reales de la actividad y tributar sobre el beneficio neto. Este es el régimen más utilizado y, en algunos casos, el único permitido para determinadas profesiones y sectores.
Estimación objetiva o sistema de módulos
Alternativamente, existe la estimación objetiva, conocida como sistema de módulos, que establece un cálculo estandarizado basado en indicadores como el número de empleados, la superficie del local o el consumo eléctrico, entre otros. Este régimen, sin embargo, está reservado a ciertas actividades y desde 2016 excluye algunas profesiones liberales y sectores como la construcción y el transporte de mercancías.
Pagos fraccionados del IRPF: cómo realizarlos
Para evitar una carga fiscal excesiva, los autónomos deben efectuar pagos fraccionados del IRPF a lo largo del ejercicio fiscal. Esta obligación puede cumplirse de dos maneras:
Pagos trimestrales con el modelo 130
Quienes tributan por estimación directa deben realizar pagos trimestrales mediante el modelo 130, adelantando un 20% de los beneficios generados en cada período. Estos pagos funcionan como un anticipo del IRPF.
Retenciones en facturas (15% o 7%)
Por otro lado, los profesionales autónomos que facturan a empresas u otros autónomos aplican una retención del 15% en sus facturas, reduciéndose al 7% durante los tres primeros años de actividad. En este caso, es el cliente quien ingresa directamente esas cantidades en Hacienda, lo que reduce el importe que el autónomo deberá liquidar en su declaración anual.
Cómo calcular la base imponible en la declaración de la renta
Cuando llega el momento de presentar la declaración, el autónomo debe calcular su base imponible siguiendo este esquema:
1. Ingresos de la actividad
Se declaran los ingresos totales (bases imponibles) de la facturación. También deben incluirse las subvenciones recibidas, como el Kit Digital o ayudas al emprendimiento.
2. Gastos deducibles
Son aquellos que tienen relación directa con la actividad económica y están debidamente justificados:
- Cuotas de autónomo
- Amortización de equipamiento
- Alquiler y suministros si se trabaja desde un local
- Dietas y gastos de manutención dentro de los límites establecidos por Hacienda
- Seguros, formación y servicios profesionales
- Cualquier otro gasto necesario para la actividad profesional
Aplicación de los tramos y tipos del IRPF
Una vez determinado el beneficio neto, este queda sujeto a la tarifa progresiva del IRPF, con tipos que oscilan entre el 19% y el 47%, en función del tramo de renta. Esto significa que los primeros euros tributan a tipos más bajos y, a medida que aumenta el beneficio, el porcentaje es más elevado.
Beneficios fiscales y deducciones aplicables
Los autónomos, como cualquier otro contribuyente, pueden beneficiarse de los mínimos personal y familiar, así como de beneficios fiscales por aportaciones a planes de pensiones o donaciones.
Consejos para optimizar la gestión fiscal
Una correcta planificación fiscal puede ayudar a los autónomos a reducir la carga tributaria. Por ello, es recomendable llevar un registro contable ordenado, planificar los pagos fraccionados para evitar deudas elevadas al final del año y, dada la complejidad del sistema, consultar con un asesor fiscal.
Jordi Rojas Donada
Experto en fiscalidad y coordinador del grado en Administración y Dirección de Empresas de la Facultad de Ciencias Sociales de Manresa
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