Un juego de mesa ideado por investigadoras de UManresa explicará a niños y jovenes la importancia del microbioma
Dar a conocer a niños y jóvenes qué significa el concepto de microbioma, así como los hábitos para garantizar su buen equilibrio, es el objetivo de Microbiòmics, un juego de mesa que han elaborado dos profesoras e investigadoras del Departamento de Ciencias Básicas de la Facultad de Ciencias de la Salud de Manresa, Anna Fàbrega Santamaria y Laia Lladó Pelfort, con la implicación de docentes del mismo departamento. El juego nace con una voluntad divulgativa que ayude a tomar conciencia de la importancia de garantizar un buen estado del microbioma y que proporcione herramientas sobre cómo lograrlo. El desarrollo del juego ha sido posible gracias a una subvención del Ayuntamiento de Manresa, con el objetivo de promover actividades de divulgación científica.
El microbioma es el conjunto de microorganismos (bacterias, virus, hongos y otros) que viven en distintas partes de nuestro cuerpo, especialmente en el intestino, y las relaciones que estos establecen con nuestras células. Estos microorganismos tienen un papel fundamental en la digestión de los alimentos, la protección frente a infecciones y el buen funcionamiento del sistema inmunitario. Un microbioma equilibrado favorece un buen estado de salud, pero si se altera puede derivar en enfermedades digestivas y otros problemas de salud general, incluso pudiendo afectar el estado de ánimo.
La idea de crear un juego para divulgar información sobre estos organismos surge del trabajo de investigación que desde hace tiempo desarrolla Anna Fàbrega. Fàbrega explica que, habitualmente, “cuando se habla del microbioma o de los microbios, se hace en un sentido negativo. Con el juego, lo que queremos es romper con esa imagen y relacionarlos con la salud”.
Dos tableros y 70 cartas
Con la ayuda de Eduscopi, se ha desarrollado un juego de mesa compuesto por dos tableros, cada uno de los cuales representa un cuerpo humano. En cada tablero se marcan cuatro regiones relacionadas con distintos microbiomas: la boca, el intestino, la piel y la vagina.
Para jugar se necesitan dos equipos que compiten por ser los primeros en lograr tener un microbioma sano. Para conseguirlo, disponen de 70 cartas entre las que hay cartas de microorganismos —que pueden ser beneficiosos o perjudiciales— y cartas de acciones —que igualmente pueden ser acciones positivas para mantener un microbioma saludable (como lavarse los dientes o comer frutas y verduras), o acciones negativas como dormir poco, consumir demasiada azúcar o lavarse excesivamente la piel, que podrían provocar un desequilibrio del microbioma—. El objetivo general es conseguir que todos los microbiomas del propio equipo contengan únicamente microorganismos beneficiosos, mientras que los perjudiciales se utilizan para desestabilizar los microbiomas del equipo contrario. Con todas estas cartas, los equipos pueden contrarrestar microorganismos dañinos y mejorar el estado de salud de sus microbiomas. Además, cuentan con un grupo de cartas especiales que permiten avanzar más, como las que simbolizan el efecto de tomar antibióticos u otras que reflejan estrategias actuales para recuperar el equilibrio de un microbioma alterado, como los trasplantes de microbioma.
Cada carta contiene información relativa al microorganismo en cuestión: su nombre científico, a qué tipo de microorganismo pertenece y cuál es su función. También se clasifica como “bueno” (beneficioso) o “malo” (no beneficioso o potencialmente patógeno), y se determina su nivel de fuerza o potencia.
Generar conciencia
Laia Lladó explica que uno de los objetivos del juego es que tanto niños como jóvenes tomen conciencia de la importancia de cuidar de nuestra salud, concretamente del microbioma. Según afirma: “se trata de dar sentido a todo lo que hacemos para cuidarnos, más allá de la teoría, que se entienda de forma práctica, por ejemplo, por qué es importante no comer dulces o no abusar del consumo de antibióticos. Tenemos kilos de microorganismos en el cuerpo, pero en general no sabemos cuál es su función ni cómo debemos cuidarlos para nuestra salud”.
Adolescentes y alumnos de sexto de primaria, los primeros usuarios
El juego está pensado para alumnado de quinto y sexto de primaria, así como de secundaria. De momento, se ha probado en distintos centros de primaria de Manresa y en la feria Fes-te Salut, que tuvo lugar en el Palau Firal de Manresa. La intención de las promotoras del juego es introducir cambios a partir de la experiencia de prueba en los centros escolares y, una vez realizados, presentar el proyecto a convocatorias competitivas.