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El personal de enfermería, clave en la educación sobre el VIH

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27/11/2023

La enfermería, una profesión centrada en los cuidados tanto autónomos como colaborativos, juega un rol crucial en la educación sobre el VIH. Esta enfermedad afecta globalmente a cerca de 37.7 millones de personas, con un mayor impacto en mujeres y niñas. Desde la aparición de la epidemia en la década de los 80, el tratamiento y la gestión del VIH han evolucionado significativamente, especialmente con la llegada de terapias antirretrovirales en 1996. Aunque el tratamiento no cura la enfermedad, permite a los pacientes vivir una vida larga y de calidad. La tarea del personal de enfermería es fundamental en todo el proceso: desde el diagnóstico, donde se abordan temas como la culpabilidad y la incertidumbre, hasta la educación sobre la transmisión, tratamientos y adherencia a estos.

La enfermera como promotora de salud

El personal de enfermería tiene un papel clave en los cuidados y la promoción de la salud. Es una profesión que abarca los cuidados dirigidos a personas de todas las edades, familias, grupos, comunidades, personas enfermas y personas sanas, en todos los contextos. Su tarea incluye la promoción de la salud, la prevención de la enfermedad y los cuidados de los enfermos, discapacitados y personas moribundas. Leyendo esta definición ya nos podemos imaginar la complejidad de “dar estos cuidados” y de la importancia que para la población representa el personal de enfermería.

El enfoque y la orientación que los servicios sanitarios tienen es empoderar a la persona y la familia en su enfermedad y su salud, entendiendo que las personas deben adquirir el protagonismo de las decisiones que afectan su atención, hecho que se logra aumentando su autonomía y su autogestión. Los profesionales de enfermería somos los que disponemos de herramientas para la educación sanitaria y para plantear estrategias de autogestión (1).

Más niñas y mujeres infectadas de VIH

El virus de inmunodeficiencia humana (VIH) es un retrovirus que infecta las células del sistema inmune, especialmente las CD4+ y los macrófagos. La fase más avanzada del VIH se denomina Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) (2). La prevalencia a nivel mundial de personas afectadas por esta enfermedad es de aproximadamente unos 37,7 millones de personas, de las cuales 36 millones son adultos y el resto niños. Cabe destacar que el 53% de los infectados son mujeres y niñas (3). La epidemia de VIH comienza a lo largo de la década de los 80, cuando se detectaron los primeros casos en seres humanos en Estados Unidos. La población afectada estuvo formada principalmente por personas homosexuales y drogodependientes. Hasta el año 1996, cuando llegaron las nuevas terapias antirretrovirales, los pacientes ingresaban con patologías muy graves y con su sistema inmunitario ya muy débil, incapaz de controlar las enfermedades oportunistas.

El estigma social que implica la enfermedad del SIDA supone una barrera para diagnosticar y prevenirla. Al mismo tiempo, supone un estigma interno para las mismas personas, propiciando la vergüenza que puede derivar en conductas de aislamiento, comportamientos adictivos y antisociales (4).

Hay diferentes tratamientos para el VIH (5) siendo los más eficaces los antirretrovirales. Aunque el tratamiento no es curativo, es la única manera de frenar la infección y permite a la persona con VIH vivir muchos años y con una buena calidad de vida, motivo por el cual se intenta una adherencia del 100% a este tratamiento.

La recomendación para iniciar el tratamiento es determinar el nivel de CD4 y la carga viral. En el tratamiento antirretroviral se combinan 3 o 4 fármacos que actúan en diferentes puntos del ciclo de replicación del virus del VIH. Estas combinaciones se conocen como Terapia Antirretroviral Altamente Activa (TARAA). Para comenzar este tratamiento, se debe hacer una valoración integral del paciente abarcando los aspectos físicos, psicológicos y socioculturales. El tratamiento con inmunomoduladores restaura el sistema inmunológico.

El uso de vacunas ha disminuido la morbilidad de algunas enfermedades infecciosas. Las personas que tienen VIH son más susceptibles de sufrir estas enfermedades.

El papel de la enfermera desde el diagnóstico hasta el tratamiento

El papel de la enfermera (4) es muy importante en el momento del diagnóstico del VIH. Aparecen las culpabilidades, los miedos, la incertidumbre de cómo será la vida a partir del diagnóstico. El papel de la enfermera pasa por intentar que las personas aprendan a vivir con el VIH, que no vean el diagnóstico como algo terrible.

Tenemos un papel muy importante tanto en la intervención con la persona diagnosticada como en la familia o el entorno. Deben quedar claras cuáles son las vías de transmisión del VIH para vivir con tranquilidad, qué prácticas pueden tener riesgo y cuáles no. Asimismo, las enfermeras reforzamos la información que ha dado un médico sobre la enfermedad y su evolución, qué son los CD4+ y la carga viral, los tratamientos, la importancia de una buena adherencia al tratamiento para la calidad de vida futura, entre otras cuestiones. También nos ofrecemos, si es necesario, a ayudar a comunicar el diagnóstico a la familia o a la pareja.

La atención al paciente con VIH/sida desde la enfermería ha ido evolucionando a lo largo del tiempo. Las personas seropositivas han pasado a ser pacientes crónicos y estos profesionales han tenido que ir adaptando la práctica clínica a la nueva situación.

Entre todos podemos disminuir la incidencia de enfermedades crónicas previsibles. Y este cambio solo es posible empoderando a la población, con la participación y el planteamiento de estrategias de autogestión. En este contexto, el personal de enfermería tiene las herramientas necesarias para lograr este cambio.

Mireia Vilafranca Cartagena, profesora del Grado en Enfermería de la Facultad de Ciencias de la Salud de Manresa

 

Referencias 

1. Castro-Meza AN, Perez-zumano SE, Salcedo-Alvarez RA. La enseñanza a pacientes con diabetes: significado para profesionales de enfermería. Enferm. univ. 2017; 14(1):39-46
2. Castillo M, Sancho E, Subías V, Belmonte I, Lombera C, Artiaga P. Desarrollo del sida; cuidados enfermeros en el paciente con VIH+. Revisión sistemática. RSI [Internet]. 2023;4. Available from: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=8965545
3. ONUSIDA[Internet]. Estimaciones epidemiológicas del Sida 2021. Hoja informativa 2021 Estadísticas mundiales del VIH. Disponible en: https://www.unaids.org/sites/default/files/media_asset/UNAIDS_FactSheet_es.pdf
4. Farago D, Triantafilo J, Marti M, Perry N, Quiñones P, Di Silvestre c. VIH/SIDA: definición, significado y vivencias. Rev Chil Salud Pública [Internet]. 2018; 22(1): 21-30. Disponible en: https://revistasaludpublica.uchile.cl/index.php/RCSP/article/view/51017/54208
5. Cabrera Dutan K, Cabrera Dutan WA, Ordoñez Ortiz AN, Pinchao Obando DR. Infección por virus de inmunodeficiencia humana. Rev Reciamuc [Internet]. 2021; 5(4): 118-128. Disponible en: https://reciamuc.com/index.php/RECIAMUC/article/view/735/1114

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