¿Por qué es necesario formar a los futuros profesionales de enfermería en la reducción de daños asociados al consumo de drogas?

Las políticas prohibicionistas generan un impacto negativo en las personas consumidoras de drogas. Estas políticas, más que reducir o contener el consumo, han favorecido la aparición de escenarios abiertos de drogas, caracterizados por la pobreza y la segregación, donde se consume en condiciones extremas y bajo control policial [1]. En consecuencia, las personas consumidoras se exponen a diversos daños para la salud, como las infecciones de transmisión sanguínea, las sobredosis, entre otros. También enfrentan daños sociales, como sufrir marginación y estigmatización, exponerse a diferentes tipos de violencia y presentar barreras de acceso a servicios sociosanitarios [1, 2], lo que evidencia el fracaso de estas políticas [1]. Una formación adecuada de los futuros profesionales de enfermería sobre los daños derivados del consumo de drogas es imprescindible para ayudar a mitigarlos. Una buena formación de los futuros profesionales de la enfermería sobre los daños derivados del consumo de drogas provocados por estas políticas es imprescindible para ayudar a reducirlos.

Enfermeras preparadas para reducir los daños derivados del consumo

Mientras no haya un cambio en el pensamiento en las políticas públicas actuales, es necesario perseverar en la promoción de estrategias de reducción de daños que minimicen las consecuencias adversas del consumo de drogas [1, 3]. La reducción de daños consiste en la implementación de programas para mejorar las condiciones del consumo de drogas, como por ejemplo, mediante tratamientos de sustitución con opioides para reducir el consumo de opioides ilegales y las sobredosis, proporcionar material de consumo higiénico para reducir las prácticas de riesgo y las infecciones de transmisión sanguínea, o establecer salas de consumo higiénico para promover espacios seguros supervisados por profesionales, además de la creación de redes de apoyo para las personas usuarias de drogas y la colaboración con técnicos para formular estrategias más adecuadas a las prácticas de consumo emergentes [1, 3, 4].

En nuestro contexto, estos programas se llevan a cabo desde los centros de atención y seguimiento de las drogodependencias (CAS) o los centros de emergencia o de reducción de daños, así como en otros dispositivos de carácter sociosanitario, como hospitales y ambulatorios, y en entidades y organizaciones gestionadas por personas consumidoras y/o profesionales [1]. En estos servicios, las enfermeras desempeñan un papel importante. Tienen una fuerte presencia en el desarrollo de los diferentes programas y, por lo tanto, más oportunidades de crear relaciones significativas y auténticas con las personas usuarias. Con este efecto, las enfermeras brindan una atención centrada en las necesidades de estas personas, lo que facilita la relación terapéutica y, por lo tanto, un seguimiento más intenso a lo largo de los procesos de recuperación [3, 4]. Por tanto, las enfermeras se encuentran en una posición privilegiada en la atención de las personas consumidoras de drogas y sus familias, así como en la coordinación con otros profesionales para facilitar el acceso a otros servicios sociosanitarios [2].

Por todo esto, es necesario promover programas formativos especializados en las políticas de reducción de daños dirigidos a estudiantes y profesionales de enfermería. Desde esta perspectiva, consideramos el consumo de drogas como un fenómeno sociocultural, desestimando tratarlo como una enfermedad cerebral o una práctica desviada, que respalde la discriminación hacia las personas consumidoras de drogas [2, 3]. De esta manera, una formación en reducción de daños nos proporcionará más oportunidades para capacitar a las enfermeras en la adquisición de habilidades y conocimientos específicos, libres de prejuicios, para una atención del consumo de drogas basada en la evidencia científica y los derechos humanos.

Rafael Clua García, profesor asociado del Grado en Enfermería de la Facultad de Ciencias de la Salud de Manresa (UVic-UCC)

Bibliografía

1. Llort A, Clua R. Public policies for people who use drugs: Strategies for the elimination of stigma and the promotion of human rights. Salud Colectiva. 2021;17:e3041.
2. Giralt R, Varela V, Clua R. Profesar la lucha de enfermería contra el estigma de personas con trastorno mental y por consumo de sustancias. Revista Rol de enfermería. 2023;46(4):29-32.  
3. Clua R, Salcedo D, García M, Peralta E. Atención de enfermería a usuarios de drogas en prisión. Revista Rol de enfermería. 2022; 45(1):27-32. 
4. Clua R. Cuidados de enfermería y promoción de la salud en las salas de consumo higiénico. Cultura de los cuidados. Revista de Humanidades y Enfermería. 2021; 25(60):193-211.