¿Qué debe saber un profesional sanitario que quiera dedicarse al rescate de montaña?
A primera vista, podríamos considerar la medicina de rescate de montaña simplemente como una subespecialidad dentro de la medicina extrahospitalaria, ya que, al igual que esta, la primera también atiende a las personas enfermas o heridas en el mismo lugar del incidente. Pero esta semejanza oculta notables diferencias, no solo en los procedimientos o las medidas terapéuticas que se puedan aplicar, sino también en las aptitudes y capacidades del personal que forma parte del equipo de rescate.
Los profesionales sanitarios que se dedican a la medicina de rescate de montaña consideran que es una medicina extrahospitalaria “especializada”. Ahora podríamos preguntarnos: ¿en qué está especializada la medicina de rescate de montaña? De forma figurada, la característica más notable es que está especializada en “ir a buscar” a las personas “allá donde estén”, por difícil que sea el acceso y adversas las condiciones atmosféricas. Y eso implica saber y tener que asumir riesgos y, al mismo tiempo, mantener la seguridad de las personas rescatadas. Rescatar significa precisamente eso: extraer a una persona de un lugar con las máximas condiciones posibles de seguridad.
¿Qué aptitudes tienen o deberían tener los profesionales sanitarios que trabajan en el rescate de montaña?
- En primer lugar, resulta razonable intuir que deberían tener experiencia en los deportes básicos que se practican en la montaña (alpinismo, escalada en roca y hielo, esquí de montaña, espeleología y barranquismo). Evidentemente, contar con una adecuada capacitación en técnicas de montaña facilita la progresión y el acceso a zonas complejas y aumenta la seguridad personal y la del equipo.
- Al mismo tiempo, también deberían tener conocimientos del medio (tipos de aludes, tipos de nieve, zonas de peligro, meteorología, orientación…), conocer el material que se utiliza en las actividades de montaña (equipos de protección personal, cuerdas, nudos…), y saber realizar con destreza las técnicas elementales de seguridad (reuniones y anclajes, izado en helicóptero, técnicas de autoprotección y las diferentes formas de progresión para un sistema de cuerdas: ascenso, descenso, fraccionamientos, etc.).
- Finalmente, es imprescindible tener una buena forma física y conocer las estrategias de salvamento utilizadas por los equipos de rescate (traslado en camilla, camilla de nieve, montaje de hot points, etc.).
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Experiencia clínica y habilidades personales
Un aspecto que a menudo se olvida es que los profesionales sanitarios dedicados al rescate de montaña deben tener una amplia experiencia clínica, conocimientos precisos en el manejo del paciente crítico y una competencia demostrada en la estabilización de pacientes graves. También deben tener capacidad de trabajo y resistencia al estrés, condiciones necesarias para afrontar servicios de larga duración, en condiciones ambientales adversas o en situaciones de aislamiento, de difícil acceso o evacuación de las víctimas. Y, por encima de todo, lo que deben “saber” los médicos y enfermeros que actúan en el rescate de montaña es confortar, cuidar y respetar a todas las personas que necesiten asistencia, apoyo o ayuda.
De poco sirve un sanitario con gran capacidad física y deportiva si, al llegar al paciente, no demuestra las cualidades de un buen asistencial, no solo en cuanto a los procedimientos terapéuticos o de estabilización clínica, sino también en el trato con el paciente, que debe ser respetuoso y amable.
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Organización del rescate de montaña en Cataluña
En Cataluña, la responsabilidad del rescate de montaña recae, por ley, en los Bombers de la Generalitat, concretamente en un grupo especial, el GRAE (Grup d’Actuacions Especials). Hasta 2020, y durante más de 25 años, la medicalización de los rescates recaía en otro grupo especial dentro del cuerpo de Bombers, el GEM (Grup d’Emergències Mèdiques). Pero, a partir de 2020, a nivel institucional se acuerda un nuevo modelo de medicalización del rescate de montaña, similar al de la comunidad aragonesa: los médicos pertenecen al Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) del Departament de Salut y los rescatadores, al Cos de Bombers del Departament d’Interior. De este modo, en 2020 se crea el ERI (Equip de Rescat i Intervenció).
Según los datos disponibles, en el territorio catalán, el GRAE realiza unas 700 actuaciones anuales en el medio natural. De estas, el 80% son servicios de salvamento y rescate de personas, el 15% de búsqueda y el 5% restante, actividades llamadas técnicas: supervisar bienes en caso de nevadas o catástrofes naturales, rescate de animales, etc.
Hombres de edad media y con fracturas
Cada año se presta asistencia a más de 750 personas en zonas de montaña y en espacios aislados de nuestro territorio. El 93% de estas estaban realizando alguna actividad lúdica o deportiva, entre las que destaca el senderismo (un 50%). En cuanto al sexo, los hombres (67%) duplican a las mujeres (33%). Las personas rescatadas suelen ser jóvenes, con una edad media que ronda los 40 años.
La patología más frecuente atendida es la traumática, que representa un 80% de las actuaciones. Las lesiones más habituales son las fracturas de las extremidades inferiores, casi un 59%. La patología médica solo representa el 20% y se centra sobre todo en la atención a pacientes con trastornos ambientales: hipotermia y patología relacionada con el calor.
En cuanto a la época del año, el 40% de los servicios se realizan en verano y el 49% en días festivos y fines de semana. El Pirineo es la cordillera donde se realizan más rescates, un 30%. Actualmente, el 80% de los rescates en Cataluña se realizan con helicóptero, y el 20% con vehículos terrestres (condiciones de nocturnidad, mal tiempo, niebla, viento…). En el 30% de los casos de rescate, ha sido necesario utilizar elementos técnicos para poder llegar o evacuar a la víctima o víctimas (sistema de cuerdas, grúa de helicóptero, técnicas alpinas…).
Esperamos que algún día los sanitarios más jóvenes se formen adecuadamente para poder integrarse en los equipos preparados para realizar esta tarea de medicalización de los rescates. Unos equipos que son, y lo puedo asegurar después de más de 20 años de experiencia, ¡un gran equipo!
Joan Casadevall, coordinador del Curso de Rescate de Medicina de Montaña en la Escuela de Postgrado en Salud en UManresa.
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